El lado despues...

¡El lado después! ¡Como si existiera ese lugar, donde las palabras se sucumben entre sí, donde los besos retumban con sabor a recuerdos alegres, las miradas ya no se encuentran, perdidas van encapuchadas con papeles de lijas que lastiman al tacto y matan a las caricias!
No quiero más querer más, aunque sea el inevitable movimiento al que todos estamos sometidos, sin razón o sin explicación... dejo partes de lo que soy perdidas en sitios que ya no existen y sin querer escucho lo que ves, la peregrinación absurda de los hombres cartucheras, vacíos de colores que motiven la existencia. ¿Dónde estoy? Dentro de rejas que se esfuman al divisarlas, detrás de la sombra del reflejo de mi imagen que desesperadamente busca amparo. Entonces te construyo y te rompes o te deformas y no sé que hacer, como el doctor Frankenstein y su obra, el monstruo.
¿Qué es eso tan complicado?
Algo que creo ya conocer, que dejo de ser y... aunque sepa que el final es doloroso, voy por más.
Vivo y que otra cosa queda… no llorar esta noche.